jueves, 23 de agosto de 2012

STREETS OF PHILADELPHIA


Hola de nuevo Californianos y Californianas Hosteleros:

Como ya sabrán nuestros incondicionales, el escenario de nuestras aventuras y desventuras ha cambiado radicalmente, dejando el sol, el desierto y demás maravillas de la Costa Oeste por el rigor tradicional de la Costa Este norteamericana. De hecho, la parte que yo (Jaime) relato la estoy escribiendo ahora mismo sentando en un banco en el campus de la Universidad de Pensilvania, en Philadelphia. Un sitio francamente belo.

Antes de ayer fue día de separaciones para los miembros de este equipo de viajeros, Zunzu volvió a Madrid y los demás fuimos a NYC en vuelos separados, que se vea!! Llegados a NYC y reunificados en casa de Alvaro, nuestro anfitrión local, degustamos una opípara comida adquirida en el chino (o tailandés o de por ahí, lo que sea) que los primeros en llegar habían adquirido para el grupo. Personalmente tenía más hambre que el que se perdió en la isla así que ese arrocete tres delicias perruno me supo a gloria.

Con la buchaca llena el objetivo era organizar los días futuros y nos pusimos manos a la obra. El Puma y el Mullercio decidieron, desde tiempo atrás, invertir su tiempo en la Gran Manzana pues es su primera visita a esa exuberante urbe y servidor, que ya ha catado los encantos de Nueva York tenía la intención de pasar hoy miércoles en NYC y mañana hacer una excursión de una noche a Washington, capital del mundo libre, en compañía de Paquito, también experto conocedor de NYC.

Pero la vida el hostelero mochilero está supeditada al día a día y tras recibir una sorprendente y satisfactoria invitación vía email en Philadelphia decidí vaciar mi mochila de mierdas, llenarla con mudas y coger el primer bus hacia la ciudad del amor fraterno donde me encuentro ahora mismo. Total, Phily está en línea recta a medio camino entre NYC y Washington así que tampoco era ninguna locura.

He llegado a esta ciudad a eso de las 12 y media. Inmediatamente me he puesto manos a la obra para localizar un teléfono público desde el que poder contactar con mi visita de aquí y con otros amigos que nos esperan los próximos días. Realizadas las llamadas oportunas lo siguiente era localizar un mapa, jalar algo y ver cómo me puedo entretener hasta las 8, aprox, que había quedado.

Para los profanos en los Estados Unidos de Norteamérica, debéis saber que Filadelfia no es solo casa de esa crema de queso que a unos nos gusta y a otros no, ni tampoco el escenario de Rocky 1 a 6. Philadelphia es la ciudad donde los Estados Unidos proclamaron su independencia el  4 de julio (felicidades Ale!) de 1776. Y como los americanos de cualquier cosita se sacan un Parque Nacional el “casco histórico” de Philadelphia es Parque Nacional, con sus Rangers y sus historias… Salve decir que esto sí es un poco más histórico que el casco viejo de San Diego, casco risionico donde los haya, pero vamos, que cualquiera de estos va al Madrid de los Austrias, al Barrio Gótico de Barcelona, al Albaicín o a Toledo en general por nombrar cuatro ejemplos y se le cuajan los orines.

Tras entablar amistad con una señora Ranger unas 15 millones de veces menos bela que el ya mítico Ranger John me ha convencido para que hiciera un tour gratuito por el Edificio de la Independencia (donde la campana y esa mandanga) que se lleva claramente el premio chustón del día. No estaba mal, la verdad, y el voluntarioso Ranger que lo explicaba se le veía muy motivado, pero todo se jodió cuando el infeliz contó que todo eso es réplica del original sin que yo alcanzara a comprender que ha pasado con el material y las salas originales.

Como nota curiosa señalar que no me han dejado entrar en un primer intento por llevar conmigo mi navaja de mano (herramienta indispensable aqui) y he ido a ver si mi amiga Ranger me la podía guardar. Obviamente me ha dicho que no, pero dada la complicidad existente y que la he vendido muy bien el rollo backpacker, me ha recomendado esconderla en el parque (cosa que he hecho satisfactoriamente) y he recuperado tras la visita.

En mi camino a la segunda atracción turística de Phily, las escaleras de Rocky, he pasado por delante de la Corte Federal de Pensilvania donde tras camelarme a una especie de policía judicial me ha dado un rulillo por tan prestigiosa institución jurídica, visitando incluso las salas de vista e intercambiando impresiones sobre las diferencias entre el sistema español y el americano. A aquellos juristas que nos siguen deciros que en USA decir que eres abogado es como en España llegar a un restaurante de lujo y decir que vas a pagar con la visa del partido (lo que en Santander conocemos como “paga Tenis”): te hacen la ola.

Las escaleras de Rocky debo decir que molan, molan bastante. Son las escaleras del museo de arte de Philadelphia pero me ha dado la sensación de que a todos los que estábamos ahí nos la sudaba por completo este hecho y a parte de la vista, que era guapa, digna y molaba, era graciosisisimo ver a los turistas subirlas corriendo y hacerse la foto de turno saltando como el amigo Balboa. Yo me he dejado mi cámara en Nueva York pero le he pedido a un italiano que andaba por ahí que me hiciera una con su Smartphone y me la mandara por email, cosa que espero que haya hecho porque en este momento no he podido comprobarlo al carecer de wi fi. Si no me ha hecho la rula la colgaré cuando cuelgue este post, si me la ha hecho no me quedará más que cagarme en su muy puta patria, tierra de perros perrunos donde las haya.
Hecha la gracia aquí estoy, en frente de la Warton School of Economics, prestigiosísima institución a la que espero mandar a un hijo mío, si los tengo y si le da por chapar a muerte, ser un crack y estudiar economía.
Corto el post de momento a la espera de nuevas historias que relatar pues he quedado y no me gusta llegar tarde. Solo mandar un mensaje a mi amigo Cayo Gilen: recuerdo el mapa que me hiciste en NYC en una servilleta:

Fuera de 1 km a la redonda del centro y cruzando el puente solo a Warton, no iría sin guardaespaldas.  

He aplicado, como siempre, tu infinita sabiduría y de momento voy flaman. Gracias amigo!

Y seguimos desde Penn Station o Central Station, no lo tengo claro, un día más tarde. Os había dejando contemplando Warton cuando me dispuse a buscar un teléfono público desde el que llamar a mi amiga Tatiana, anfitriona en Philadelphia y principal razón, sino única, por la que vine a la ciudad del amor fraterno. Tiene cojones lo de las cabinas, la era de los smartphones las ha condenado al olvido y en España me da lo mismo porque mi bb hecha fuego pero aquí, cuando necesitas una no aparece ni de coña y cuando no la necesitas encuentras mil. Conclusión: Acabé haciendo la mítica de entrar en un restaurante, vender el rollo backpacker y convencer al tío de que si no me dejaba usar el teléfono iba a ocurrir un cataclismo. Estas son gentes de buen corazón y a poco que uno tenga labia se los lleva al huerto. Para mi coser y cantar.

Finalmente me reuní con Tatiana y fuimos a cenar a un garito curioso con miles de tipos de cervezas de todo el mundo, que habría hecho las delicias de mi amigo Polo. Ella eligió dos y yo la tercera donde me dejé llevar por el palmarés y opte por la campeona del mundo 2012, que demás era de Maine, plc: Blanco y en botella.

Tatiana es una buena amiga que conocí en Madrid hace un par de años, cuando ella fue a hacer un curso al Instituto de Empresa, aunque yo ya no estaba ahí. Brillante colega jurista de Washington ahora está duramente trabajando para la campaña electoral de Barak Obama (casi nada…) y aunque ni me importa la política americana ni tengo especial preferencia por el uno o por el otro solo espero que el bueno de Barak se salga del mapa en Philadelphia y Pensilvania al menos para que ella vea compensando su duro esfuerzo y el trabajo de estos meses.

A ella va dedicado en exclusiva este post y este video que creo que le va a encantar, pues fue la razón que me trajo a Philadelphia:



Tatiana, querida, nunca te olvides: Al pan pan, y al vino vino. Te espero en Santander donde recibirás el tratamiento VIP que te mereces. Y hagas lo que hagas: usa protección solar, por lo demás estoy seguro de que te irá fenomenal.
Y nada más queridos, me voy con la música a otra parte, en concreto a Washington DC a visitar a Julius de la Gandia, Jimmy Jimbo y espero también Jamie Strawbridge pero eso será totalmente otra historia. Esta es la que me ha traído a las calles de Philadelphia, quizás a los más mitómanos les apetezca tararearla mientras leen la historia…



Pd: Hemos superado la barrera de los 300 únicos lectores de Youth Hostel California…como se nota que volvemos de vacaciones ehhh zorros!!! En cualquier caso os digo a los nuevos: BIENVENIDOS y a los veteranos: GRACIAS POR ESTAR AQUÍ:



Pd2: Esta tarde (aquí) noche (allí) el Real Madrid CF juega su primer título de la temporada en el campo del PC Farselona. No quiero ofender a nadie, este es un blog abiertamente madridista pero desde aquí todo mi apoyo al Real, HASTA EL FINAL: VAMOS REAL!!!


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